¡Es suficiente...!
¿que no te basta sucumbir ante su desamor?,
ya conoces ese dolor,
y de sueños, que te has creado...
hoy alimentas tu corazón.
Me he quedado esperando
que un atisbo de cordura
te haga remecer, te libere de esa mala ilusión
pero en mi angustia veo,
como te envuelve la tentación de sus palabras
que saben a dulce, pero esconden desolación
que al acunarse en tu pecho
van hiriendo tu corazón.
Hoy es tiempo para que vuelvas
vengo por ti, no dejaré que en su mentira te pierdas
y que el dolor te haga su presa
¡soy la razón!, la que dejaste olvidada
entregándote a la fantasía
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