Dormida yo me encontraba
y aún no sé si al despertar
sentada en la luna estaba
mirando danzar al mar.
La brisa suave entonaba
su canto de eterna paz
y un lucero se asomaba
con luz muy tenue a curiosear.
La estrella de mar se preguntaba
¿por qué yo al cielo no pude llegar?
y con nostalgia ella contemplaba
en el espacio estrellas brillar.
Las lentejuelas que destellaban
en el infinito estelar
bajaban muy sigilosas
a reflejarse en el mar.
La merluza vestida de hada
con zapatillas salió a danzar
mientras el congrio la cortejaba
llevándole algas para cenar.
La noche está terminando
la luna se va a acostar
el sol se está levantando
es hora de despertar.
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