Desde que no estás, se han echo largas las horas
y siento como el dolor rasga mi corazón
y en la penumbra vaga ausente
como rogándole a la muerte,
que lo lleve más allá del ocaso
y permanecer inerte.
Quisiera olvidar, creer que no has existido
ya nunca pensarte, escapar de esta ilusión
que creí maté... Y aún sigue viva,
te busco consciente, aunque estamos tan lejos
se conocieron nuestras miradas
y en la distancia te anhela mi mente.
Te asomaste en mis ojos y viste mi alma
con tu dulzura a mi inquietud... Trajiste calma,
desde que no estás, en la soledad se ahoga la espera
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